Es veranito y que mejor que el agua para refrescar una bonita sesión de premamá.
Le propuse a Yoana la idea de probar ha realizar algunas fotografías acuáticas con un vestido largo de seda. Era la primera vez que utilizaba este vestido bajo el agua y el resultado fue sorprendente. También la ayuda de la futura mamá facilitó la sesión y es que Yoana es una gran deportista y para estar a un mesecito de dar a luz su flexibilidad y movimiento doto a la imagen de formas preciosas.
Aquí podéis ver el resultado de 30 minutos de sesión.